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los americanos ya no saben lo que inventar....

los americanos ya no saben lo que inventar.... La moda en EE.UU. es mostrar a gente corriente, nada de atractiva y someterla a cirugía plástica para transformarla en triunfadora. Aquí algunos antes y después del programa “Cambios radicales”(Extreme Makeover).

Éxito absoluto han alcanzado los programas dedicados a mostrar los cambios que experimentan aquellas personas poco agraciadas que la cirugía transforma en beldades.

A estas alturas, muy pocas cosas sorprenden en cuanto a los gustos de los telespectadores estadounidenses. Es el caso, por ejemplo, del singular boom que han logrado los “reality shows” que muestran el cambio que experimentan aquellas personas poco agraciadas que terminan convirtiéndose en exuberantes especímenes.

Hay una tónica que caracteriza a estos programas: sus protagonistas comparten un paupérrimo nivel de autoestima, que intentan modificar gracias a intervenciones radicales.

Primero fue la cadena ABC, con el reality “Extreme makeover” (Cambios radicales). Luego fue el turno de MTV, con “Quiero una cara famosa”, espacio que iba un poco más allá y prometía a ilusos adolescentes conseguir un rostro como el de Brad Pitt, Britney Spears o Jennifer López luego de someterse a cirugías ante las cámaras de televisión.

Por eso, Fox no quiso quedarse atrás y a comienzos de abril estrenó “The Swan” (El Cisne), en el que 17 patitos feos compiten por convertirse en cisnes merced a una buena cantidad de pasadas por el quirófano y el denodado esfuerzo de dentistas, sicólogos, entrenadores personales, etc.

Durante tres meses este grupo de mujeres experimentarán un salvaje cambio físico y mental, sometidos a una condición inviolable: no podrán observarse ante un espejo.

La idea es que las concursantes estén dispuestas a cualquier cosa con tal de dejar de ser feas. Aquéllas que tengan el cuero más duro serán las finalistas y participarán en una suerte de concurso de belleza, donde un jurado especializado elegirá a la ganadora, a la que le lloverán los premios.

Las 16 perdedoras, en cambio, deberán partir a sus hogares. Aunque no irán tan derrotadas, porque igual habrán conseguido el principal objetivo: modificar su imagen para siempre.

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